Son indígenas Me´Phaa. También Na savi. Hablan sus propias lenguas. Andan armados y uniformados. Están en la montaña de Guerrero. Esas zonas todavía un tanto incomunicadas, en mitad de la sierra, nubes y pobreza. Pero ellos están organizados. De hecho, la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias-Policía Comunitaria (CRAC-PC) es una de las experiencias ejemplares de autoorganización colectiva más impresionantes de todo el país y quizá, del continente. Cientos vienen a conocer sus formas organizativas, esa experiencia poco común de cómo los pueblos indios dijeron ¡Basta!, hartos de violencia en los caminos, en sus comunidades y formaron su propia fuerza policiaca. Sin pago para ningún policía y bajo el mandato colectivo de los pueblos, un sistema de seguridad alternativo fue surgiendo desde hace 16 años. Los pueblos reunidos decidieron no esperar más a los gobiernos y organizaron su fuerza policiaca que cuida comunidades, caminos, ríos y veredas pero también un sistema de impartición de justicia muy otro. No basta con contar con policías propios; la justicia se basa en qué hacer cuando alguien viola las normas que colectivamente creemos son pertinentes. El centro de este sistema es la justicia que los Me’ Phaa la expresan como ri nanbaanu ikhíí, rí mitsan que significa buscar el equilibrio o el arreglo entre las partes; buscar lo cierto, lo verdadero, lo bonito.
Y es que este sistema alternativo se basa en el principio de una justicia comunitaria y pública. Son los pueblos quienes determinan las sanciones a quien comete una falta. Pero son también los pueblos quienes vigilan a su propio cuerpo armado, porque está formado por ellos mismos. Los conflictos más graves se resuelven en asamblea, pero la discusión también cuenta con el respaldo del consejo de ancianos o principales. Toca a las autoridades del sistema impartir la justicia después de la deliberación colectiva. La coordinadora Regional reúne a los distintos cuerpos de principales (ancianos, sabios) mientras que existe una asamblea Regional donde se discuten los casos más difíciles (los más sencillos se resuelven localmente). Esta asamblea sirve así para evitar que se cometan errores o arbitrariedades en la impartición de justicia. Es decir, el cuerpo colectivo deliberando permite vigilar la aplicación de justicia y equilibrar con muchas opiniones las sanciones más adecuadas. “La comunitaria” como la conocen en la región tiene como principios: “investigar antes que procesar”; “conciliar antes que dictar sentencia””reeducar antes que castigar”; “no hacer distinción de sexo, edad, color, religión o grupo social.
Bajo estos principios la comunitaria reeduca. Así, en vez de encarcelar, quien ha cometido una falta realiza trabajo comunitario. De acuerdo al tiempo decidido colectivamente, los presos cumplen con 15 días de trabajo en una comunidad y son trasladados a otra. “En las comunidades son vigilados por los policías comunitarios, alimentados por la comunidad, mientras la población en general, y los principales en particular, se encargan de la reeducación, o sea de platicar con ellos para hacerlos reflexionar sobre su conducta. De acuerdo con esto, el proceso apunta hacia la reintegración de los individuos en la sociedad, donde son también los habitantes de las comunidades que aprenden a aceptar los que fallaron, y la presencia pública de los presos funciona como ejemplo para invitar a los demás a no cometer los mismos errores, y a fortalecer en la gente la conciencia que hay autoridad competente y justicia efectiva”.
Se va armando así entre una justicia ancestral y nueva, un sistema basado en otros parámetros, otra lógica, otra ética. Un sistema que ha logrado reducir los delitos cometidos hasta un 95% en la zona. Una forma de organizar la seguridad y la justicia donde participan más de 70 pueblos y comunidades, es decir, miles y miles de personas que viven bajo otra forma lógica, otro modo. Si la política y la democracia verdaderas son la gestión de la comunidad por la gente de la misma comunidad a través de asambleas, entonces, los pueblos de la montaña de Guerrero hacen otra política y otra democracia para un mundo nuevo.
Pineda, C.E. (2012) Cuando la justicia camina con el pueblo. La policía comunitaria de Guerrero. Publicado originalmente en la Gaceta Universitaria de la BUAP no. 90 marzo