La indignación generalizada demostró que a miles, millones de personas, les importa la muerte y la desolación impuestas en México. Pero el antagonismo y combatividad estudiantil lograron hacer que la rabia se convirtiera en señalamiento y condena, en crisis e impugnación del poder. De la amplitud del fenómeno de las protestas, que se realizaron a nivel global y en buena parte del país, nos concentraremos en la CDMX. La emergencia de un movimiento antagonista es el hilo conductor de este capítulo publicado en Militancia, antagonismo y politización juvenil en MX.