La fase de ascenso en la movilización indígena en México que corresponde a la vez a una etapa de emergencia de insubordinación y antagonismo en demanda de autonomía y reconocimiento de los derechos indios en Latinoamérica ha terminado. En el continente, la aceleración e intensificación de la acumulación por desposesión de un modelo extractivista expoliador ha provocado una nueva fase de lucha representada en la defensa de la tierra, el territorio y los bienes naturales